martes, 31 de agosto de 2010

Crónica del Bajista: En “les alternatives” de Pineda del Mal

Hola de nuevo, estoy teniendo más actividad esta última semana que en el último mes y medio. Vamos a ver si puedo narrar la crónica de la jornada KontraBandistica del sábado 28.

Esta vez, no me tocó a mi cargar, ya que siendo el concierto en Pineda, al ladito de la casa del grupo (Blanes) y yo viniendo de Parets del Valles, pues me libré. En definitiva, que llego allí a las 6 menos poco, con cierta dificultad, porque el excelentísimo ayuntamiento de Pineda había decidido cortar un porrón de calles para poner los “cacharritos” y mi GPS es GiliPollaS (como su propio nombre indica). Encontré sitio enseguida y al ladito del concierto, cosa que valoré mucho al final de la jornada cuando vi donde habían tenido que aparcar mis compañeros. Allí, en una plaza pequeñita, en la cual había, aparte del escenario, unos columpios al fondo, y una barraquilla que posteriormente se convertiría en barra, comenzaron a gotear los compañeros que faltaban, uno a uno hasta que estuvimos todos. Incluso vino Roger, un antiguo bajista de la banda, que me hizo comprobar que todos los bajistas estamos bien colgados, acompañándonos a tomar un café y unas birrillas en un “acogedor” bar holandés en el cual echaron bronca a Hernán porque el volumen estaba muy fuerte y se les estaban yendo clientes (obviamente Hernán es batería no técnico de sonido y no tenía nada que ver con la música que estaban poniendo).

Como no, la gente no puede ser puntual ni aunque le valla la vida en ello, así que Deskarats llegaron como una hora y media tarde atrasando todas las pruebas. Por suerte el equipo de sonido es de la empresa de Dimas, que les metió caña y no se alargaron mucho. Pruebas de sonido como siempre, la verdad es que para lo sencillo que parece el equipo, suena bastante bien, además de que estaba tocando con el ampli del bajista de Deskarats, un TraceElliot bastante majo.
Después de las pruebas a recoger, cargar en el coche lo justo e ir a cenar, que el tiempo apremia. Para hacer esto, dimos una grata vuelta turística por Pineda, que acabó llevándonos a cenar a un sitio muy próximo al lugar del concierto, pero que alcanzamos más o menos cuando llevábamos unos 5Km de ruta. Diría aquí que un punto negativo para Joel por no reservar sitio para cenar, ya que íbamos trece, pero no se lo doy a el, si no a la organización del bolo, que no se que triquiñuela hizo para decirnos que no nos daban cena. Un menos 1 para ellos.

La cena, quizás el momento más cachondo de la noche. Además de meternos pal’ cuerpo un par de botellitas de vino, el espectáculo que le montamos a Héctor cuando iba a pagar, fue genial. Le cantamos todas las canciones de cumpleaños, días especiales y similares que nos sabíamos. Por supuesto a gritos y acompañado con palmas, haciendo que su vergüenza fuese similar al cabreo del resto de la sala por el jaleo que estábamos montando.

Y ya llegó, el concierto. Alcanzamos la plaza cuando estaban acabando los compañeros de Bandera Negra, así que enseguida estábamos encima del escenario. Por si no lo he dicho antes, este no era muy grande y no estábamos sobrados de espacio, pero tampoco tan apretados como, por ejemplo, en Carretera 13. La verdad es que las sensaciones sobre el escenario fueron geniales, había mucha gente que seguía al grupo y eso se notó. Muchos de ellos se sabían las canciones y las cantaban con nosotros. Por supuesto, esto hizo que nos viniésemos aún más arriba, y bajo mi opinión dimos un gran espectáculo.
Justo antes de subir, apareció mi novia con dos amigos, que habían conseguido un peluche de mono en la feria, y por supuesto, se lo secuestré e hizo e concierto conmigo, colgado de la correa. Este dio bastante juego con la gente de las primeras filas, sobretodo cuando lo acerqué al micrófono y apreté su barriga, cosa que hizo que emitiese una serie de sonidos, similares al de un gato ahogándose.
También hubo muchos momentos de complicidad entre nosotros, al estar más sueltos y creo que se pudo transmitir esto al público. De hecho al bajar del escenario se me acercó una persona, de la que no me acuerdo del nombre, y me dijo que se notaba que nos lo pasábamos bien, y que así hacíamos pasárselo bien a la gente.

Una mención especial también para Sergi Llopart, que subió a tocar unos cuantos temas con nosotros. El chaval lo hace cojonudo, y seguro que mas adelante podemos volver a contar con su presencia.

En definitiva, que acabamos el bolo con buenas sensaciones. Sobretodo con la de haber hecho bien el trabajo, no tanto con la organización y mucho con el público que se comportó genial. A los compañeros de Deskarats, les comenzó a llover durante su bolo, pero aún así pudieron salvarlo bastante bien.

Buenos compañeros, hasta la proxima.

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